Trastornos de pánico: ¿son reales?

QUE SON LOS ATAQUES DE PANICO…SON REALES?

El 22,7% de las personas en los Estados Unidos y esto representa a mas de 60 millones,  experimentan un ataque de pánico al menos una vez en la vida

Las mujeres tienen el doble de probabilidades de experimentar un ataque de pánico, en comparación con los hombres

El 71,9% de las personas que solo tienen ataques de pánico sufren también al menos de algún otro trastorno mental

Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. Los ataques de pánico pueden provocar mucho miedo. Cuando se presenta un ataque de pánico, puedes sentir que estás perdiendo el control, que estás teniendo un ataque cardíaco o, incluso, que vas a morir.

Según la clasificación del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), los trastornos de pánico están técnicamente bajo el paraguas de los trastornos de ansiedad. Otros trastornos de ansiedad incluyen la fobia social, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo y la agorafobia, entre otras afecciones. Más de 20 millones de personas solo en los Estados Unidos sufren algún tipo de trastorno de ansiedad u otro.

Los ataques de pánico suelen comprender alguno de estos signos o síntomas:

·        Sensación de peligro o fatalidad inminente

·        Miedo a perder el control o a la muerte

·        Taquicardia y palpitaciones

·        Sudor

·        Temblores o sacudidas

·        Falta de aliento u opresión en la garganta

·        Escalofríos

·        Sofocos

·        Náuseas

·        Calambres abdominales

·        Dolor en el pecho

·        Dolor de cabeza

·        Mareos, sensación de desvanecimiento o desmayos

·        Sensación de entumecimiento u hormigueo

·        Sentimientos de irrealidad o desconexión

Uno de los peores aspectos de los ataques de pánico es el miedo intenso a que se repitan. Ese miedo puede ser tan fuerte que puede hacerte evitar determinadas situaciones en las que podrían ocurrir.

¿Qué causa el trastorno de pánico?

 Los investigadores han descubierto que varias partes del cerebro y ciertos procesos biológicos pueden desempeñar un papel fundamental en el temor y la ansiedad. Algunos investigadores consideran que los ataques de pánico son como una “falsa alarma” en la que los instintos normales de sobrevivencia están activos con demasiada frecuencia o fuerza, o una combinación de las dos. Por ejemplo, una persona con trastorno de pánico podría sentir palpitaciones fuertes y asumir que está teniendo un ataque al corazón. Esto podría dar origen a un círculo vicioso, ocasionando que una persona tenga ataques de pánico aparentemente de improviso, que es la característica principal del trastorno de pánico.

La mayoría de las personas experimentan lo desagradable de un ataque de pánico en algún momento de sus vidas. Si bien esta puede ser una experiencia aterradora, por lo general no debes preocuparte a menos que el mes posterior al ataque de pánico te lleve a una preocupación constante por tener otro ataque de pánico, preocupación constante por una afección que podría estar relacionada con el ataque o cambios importantes en su estilo de vida. .

Cuando tengas un ataque de pánico, incluso por primera vez, trata de pensar claramente en los síntomas que has experimentado y anota el tiempo y la duración del ataque. Esta información te ayudará. A menudo, los ataques de pánico ocurren simultáneamente con otros trastornos de ansiedad.

Recuerda, los ataques de pánico son reales. Si bien puede haber algunos casos en los que las personas pretenden tener ataques para llamar la atención o por otras razones, esta no es la norma.

Que puedes hacer ante los ataques de pánico? Primero, no te preocupes. Porque esta es una condición que afecta a un tercio de las personas en algún momento de sus vidas. Y para casi todos, es una fase que pasa. Todo es cuestión de aprender a controlar el pánico y los ataques y para ello simplemente hay que reconocer los síntomas y saber qué hacer con ellos.

Algunas ideas que pueden ayudar cuando tengas un Ataque de Pánico:

1. Respira

Uno de los cambios más notables que ocurren en tu cuerpo cuando ocurre un ataque de pánico es lo que sucede con tu respiración. Descubrirás que tu respiración se vuelve muy rápida y superficial, lo cual es el resultado de que tu sistema nervioso simpático se esta haciendo cargo. Tu cuerpo cree que está en peligro y, como tal, está tratando de proporcionarte la mayor cantidad de oxígeno posible.

Al hacer esto envía señales a tu cuerpo para decirle que, dado que está respirando mucho, debe estar en peligro. Tu fisiología se está reforzando a sí misma.

Por lo tanto, debes controlar tu respiración y volverla a la normalidad, lo que estimulará tu nervio vago para activar nuevamente el sistema nervioso parasimpático.

Trata de hacer mas pausada tu respiración y de mantenerla calmada y rítmica. Inhalando lentamente durante cuatro segundos, aguantas la respiración durante cuatro segundos, exhalas lentamente durante cuatro segundos y luego mantienes la respiración durante otros cuatro segundos.

En segundo lugar, Siéntate

Hay una buena razón para hacerlo y es que si corres el riesgo de desmayarte, debes sentarte para que no te caigas y te lastimes.

2. Toma una bebida azucarada

Una gran manera de combatir un ataque de pánico es tener un poco de azúcar. Esto funciona porque el azúcar repondrá la glucosa en la sangre, que bien puede estar muy baja.

3. Acepta el ataque de pánico

Una de las peores cosas que puede hacer cuando está luchando contra un ataque de pánico es tratar de "combatirlo". Muchas personas no quieren que ocurra el ataque de pánico, por lo que se molestarán y estresarán por el hecho de que está sucediendo. ¡Luego luchan contra él y, en general, todo esto hace que se pongan aún más nerviosos!

Así que evita hasta donde sea posible “entrar en pánico por el ataque de pánico” porque es una de las peores cosas que puedes hacer.

Y en realidad hay una razón aún mayor por la que muchas personas entran en pánico cuando tienen un ataque de pánico: ¡porque creen que están teniendo un ataque al corazón! Y la muerte puede ser iminente.

4. Mejora tu nutrición

Ingiere alimentos que sean ricos en Triptofano.

El Triptofano  destaca por su funcionamiento como precursor de la serotonina, un neurotransmisor implicado en la regulación del estado anímico, el estrés y el apetito. ¿Cómo funcionan el triptófano y la serotinina? Primero, el organismo convierte el triptófano de los alimentos en 5HTP o 5-hidroxitriptófano; y posteriormente, éste es transformado en serotonina.

Asimismo, el triptófano es vital para la síntesis de melatonina, la hormona clave para regular los ciclos de sueño y vigilia, de modo que contribuye a dormir mejor. También es necesario para la producción de vitamina B3 o niacina, que asegura el buen funcionamiento del sistema nervioso y del circulatorio, entre otras muchas funciones.

Dentro de los alimentos caben destacar: soya, espinacas, nueces, plátano.

Hay muchos suplementos que puede comprar sin receta que pueden ayudarlo a combatir los ataques de pánico, o que generalmente son relajantes y calmantes. Esto es importante porque como ya hemos visto, la serotonina es una sustancia que mejora el estado de ánimo y también relaja la mente.

Aunque siempre es recomendable consultar primero con su profesional médico.

5. Usa la TCC

La TCC es una "terapia conductual cognitiva" que es una buena opción para combatir los ataques de pánico. Esta es una forma de intervención psicoterapéutica que implica abordar los contenidos de sus pensamientos y cambiar la forma en que piensa sobre las cosas.

Mi ultima sugerencia, que es la mas importante, es:

6. Considera la ayuda divina,que Dios esta dispuesto a darte.

El Señor nos da el privilegio de buscarlo en forma individual en oración ferviente, o de descargar el alma ante él, sin ocultar nada a Aquel que nos ha invitado: “Ven a mí tu que estás trabajado y cargado, y yo te haré descansar”. ¡Oh, cuán agradecidos debemos sentirnos de que Jesús esté dispuesto a llevar todas nuestras dolencias, y lo puede hacer, fortaleciéndonos y sanando todas nuestras enfermedades si ha de ser para nuestro bien y para su gloria!—El Ministerio Médico, 20. 

No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios. No hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente oración. En medio de las multitudes y del afán de nuestros negocios, podemos ofrecer a Dios nuestras peticiones e implorar la divina dirección, como lo hizo Nehemías cuando hizo la petición delante del rey Artajerjes. En dondequiera que estemos podemos estar en comunión con él. Debemos tener abierta continuamente la puerta del corazón, e invitar siempre a Jesús a venir y morar en el alma como huésped celestial. 

Presenta a Dios tus necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No puedes agobiarlo ni cansarlo. El que tiene contados los cabellos de tu cabeza, no es indiferente a las necesidades de sus hijos. “Porque el Señor es muy misericordioso y compasivo”. Santiago 5:11. Su amoroso corazón se conmueve por tus tristezas y aún por tu presentación de cada una de ellas. Llevale todo lo que confunda tu mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él sostiene los mundos y gobierna todos los asuntos del universo. Or06 11.1

Ninguna cosa que de alguna manera afecte tu paz es tan pequeña que él no la note. No hay en tu experiencia ningún pasaje tan oscuro que él no pueda leer, ni perplejidad tan grande que él no pueda desenredar... Las relaciones entre Dios y cada una de las almas son tan claras y plenas como si no hubiese otra alma por la cual hubiera dado a su Hijo amado.—El Camino a Cristo, 72, 73

Ahora solo me resta invitarles para que visiten nuestras paginas web donde podrán encontrar información muy valiosa para conservar o mejorar su salud

www.mainlife.org   

www.balancemetabolico.com

Finalmente les recuerdo que en el Centro del Estilo de Vida, creemos, que vivir con salud, es natural