La artritis no solo se limita a los adultos mayores.

Casi una tercera parte de los adultos con artritis no son físicamente activos. 

Aunque la artritis es más frecuente entre los adultos mayores, también se presenta entre la gente joven1:

• Entre los adultos de 65 años en adelante, un 50 % informa haber sido diagnosticado alguna vez con artritis.

• Entre los adultos de 45 a 65 años, un 31 % informa haber sido diagnosticado alguna vez con artritis.

• Entre los adultos de 18 a 45 años, un 7 % informa haber sido diagnosticado alguna vez con artritis.

Sin embargo, en términos de números, la mayoría de los adultos con artritis en los Estados Unidos -casi un 60%- están en edad laboral (18 a 64 años) y podrían tener limitaciones en la actividad que afectan su capacidad para trabajar.

Tal vez es menos conocido el hecho de que la artritis también se puede presentar en los niños. Los síntomas de la artritis infantil pueden aparecer y desaparecer y son similares a los síntomas de los adultos. El diagnóstico temprano y el tratamiento apropiado son importantes para prevenir o minimizar el daño permanente.

Ciertos factores de riesgo aumentan su probabilidad de presentar artritis.

Algunos comportamientos y características, llamados factores de riesgo, aumentan la probabilidad de que los adultos presenten ciertos tipos de artritis o la empeoren. Los factores de riesgo que no puede controlar incluyen:

• Edad.

• Sexo.

• Rasgos genéticos o hereditarios.

Los factores de riesgo que puede controlar con cambios incluyen:

• Sobrepeso.

• Infección.

• Lesión o uso excesivo de las articulaciones.

• Trabajo u ocupación.

• Fumar.

Si hace ciertos cambios en el estilo de vida, como comer más saludablemente o hacer más actividad física, puede reducir su riesgo de presentar o de empeorar la artritis. 

 La actividad física que no fuerce las articulaciones es buena para las personas con artritis.

Si tiene artritis, hacer actividad física que no fuerce las articulaciones es una de las maneras más eficaces de manejar sus síntomas. También es una excelente opción para manejar la artritis sin medicamentos, o en adición a los medicamentos que su médico supervisa de cerca. Caminar, trabajar en el jardín y nadar son algunos ejemplos de actividades físicas que no fuerzan las articulaciones.

Los beneficios de la actividad física para las personas con artritis incluyen:

• Menos dolor.

• Mejor rango de movimiento y funcionamiento.

• Más energía.

• Mejor estado de ánimo.

• Pérdida de peso y mantenimiento de ese peso.

• Prevención o mejoramiento de otras afecciones crónicas (de larga duración) como la diabetes y las enfermedades cardiacas.

Cuando se inicia o se aumenta la actividad física, es normal tener algo de dolor, rigidez e inflamación en las primeras 6 a 8 semanas. Pero el seguimiento de su plan de actividad física puede ayudarlo a formar hábitos saludables y lograr un alivio perdurable del dolor.  Los adultos con artritis deben intentar hacer al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada cada semana. Sin embargo, sea tan activo como su salud se lo permita. ¡Recuerde que es mejor hacer algo de actividad física que no hacer nada!

El automanejo es importante para controlar su artritis

Tal vez haya escuchado hablar del amor propio o del autocuidado, ¿pero qué es automanejo? Automanejo es lo que hace día a día para manejar su afección y mantenerse sano. Es la habilidad de asumir el control de su propia salud haciendo el seguimiento de los síntomas, tomando decisiones saludables, asistiendo a las citas con los proveedores de atención médica y pidiendo ayuda a los seres queridos o a los profesionales en las tareas difíciles o que requieren las recomendaciones de expertos.

El automanejo incluye estrategias de aprendizaje para sobrellevar los retos físicos y emocionales de vivir con una enfermedad crónica como artritis son las siguientes:

• Manejar el dolor y otros síntomas.

• Reducir el estrés.

• Mejorar el estado de ánimo.

• Comunicarse mejor con amigos, familiares y proveedores de atención médica.

• Hacer cambios en el estilo de vida acerca de los alimentos y la actividad física.

Remedios caseros para la artritis

Aplicar calor o frío local puede ser de gran alivio en los casos de artritis.

Cúrcuma: es una especia que se usa tradicionalmente por sus múltiples propiedades medicinales. En el caso de la artritis resulta efectiva porque alivia la inflamación, ya que, es un poderoso antiinflamatorio natural. Ademas hay que sumar su acción analgésica, que reduce o elimina el dolor causado por la artritis.

 Piña: debido a su contenido en la enzima bromelina, la piña es una fruta que nos ayuda a reducir tanto la inflamación como el dolor. Este alimento-medicamento además de mejorar los síntomas mencionados resulta excelente para la salud en general. 

 Jengibre: este rizoma tiene una larga tradición formando parte de la medicina tradicional de países asiáticos. Y no es para menos, es capaz de mejorar las digestiones, combate el mareo, elimina el mal aliento, estimula el funcionamiento del páncreas y además es muy útil en condiciones inflamatorias debido a su poder antiinflamatorio y analgésico. Simplemente ralla un poco de jengibre sobre tu comida una vez servida o inclúyelo en tus batidos verdes y disfruta 

Semillas de lino o linaza:  Estas semillas son ricas en ácidos grasos omega 3, por lo que son un remedio natural para combatir los síntomas de la artritis. Además notarás mejoría en la salud de tu cabello, de tu piel, la vitalidad o incluso en las úlceras de estómago si la padece. Las semillas de lino las puedes tomar moliéndolas y espolvoreándolas sobre la comida ya servida o también se dejan en remojo durante 6 horas y se beben junto con el mucílago que se crea. 

Granada: además de ser una fruta rica en antioxidantes, la granada tiene efecto antiinflamatorio y resulta de gran beneficio para las personas con artritis y gota. Además alivia el ardor de estómago, depura la sangre, ayuda a prevenir enfermedades y es rica en antioxidantes. Las cerezas son otra fruta muy conveniente para los casos de artritis.