Ingredientes:

• 1/2 taza de aceite de oliva extra virgen

• 2-3 dientes de ajo, pelados y finamente picados o triturados

• 1 cucharadita de jugo de limón (opcional, para un toque de acidez)

• Sal al gusto

• Hierbas frescas o secas, como perejil, albahaca o tomillo (opcional, para dar sabor adicional)

Instrucciones:

• Calienta el aceite de oliva: En una sartén pequeña, calienta el aceite de oliva a fuego bajo. No dejes que el aceite hierva ni se caliente demasiado; solo necesitas calentarlo lo suficiente para que el ajo se infunda en el aceite y se vuelva fragante. Esto tomará alrededor de 2-3 minutos. No dejes de vigilarlo para evitar que el ajo se queme, ya que un ajo quemado puede tener un sabor amargo.

• Agrega el ajo: Agrega los dientes de ajo finamente picados o triturados al aceite caliente. Cocina durante unos 1-2 minutos, revolviendo constantemente, hasta que el ajo esté fragante y se haya vuelto ligeramente dorado. Esto infundirá el aceite con el sabor del ajo.

• Retira del fuego: Una vez que el ajo esté listo, retira la sartén del fuego y permite que el aceite de oliva se enfríe a temperatura ambiente.

• Añade el jugo de limón (opcional): Si deseas darle un toque de acidez al aderezo, puedes añadir una cucharadita de jugo de limón fresco a la mezcla. Revuelve bien para combinar.

• Sazona: Agrega sal al gusto. También puedes incorporar hierbas frescas o secas, como perejil, albahaca o tomillo, para dar sabor adicional. Las hierbas frescas añadirán un toque de frescura, mientras que las secas darán un sabor más concentrado.

• Almacena: Transfiere el aderezo de aceite de oliva y ajo a un frasco o botella hermética. Guárdalo en un lugar fresco y oscuro y úsalo según sea necesario. El aderezo puede mantenerse durante varias semanas si se almacena adecuadamente.